martes, 6 de abril de 2010

º TRISTEZA Y DESOLACIÓN EN EL LUGAR DEL DESASTRE

Tristeza y desolación es lo que viven los moradores de los barrios Arcopunco, 23 de Agosto, entre otros, tras el huaico que arrasó con los barrios El Porvenir y 16 de Noviembre, la noche del Jueves Santo dejando como saldo hasta ayer 27 cuerpos rescatados, 40 desaparecidos y más de mil damnificados.

Ante la amenaza del desborde del río Huallaga, las 105 familias que viven desde hace más de diez años en el poblado 23 de Agosto, ayer de manera ordenada retiraban sus cosas de sus casas para ponerse a buen recaudo junto a sus parientes.

Tal es caso de Zoraida Omonte Flores, natural de Cerro de Pasco, quien desde hace dos años vive en el poblado. "Yo vivía cerca al río y mi casa ya está deteriorada, pido a las autoridades que me reubiquen porque no tenemos donde vivir", dice al tiempo de indicar que su familia la conforman cinco personas.

Sin embargo, no todas las personas están dispuestas a dejar sus casas, razón por la cual tuvieron que intervenir los representantes del Ministerio Público y de Defensa Civil para persuadir a los habitantes, porque tal como advirtió el grupo de geólogos que llegó de Lima tras el desastre, vivir a orillas del río es un peligro latente.

VÍCTIMAS. Hasta la tarde de ayer la Central de Operaciones de Emergencia instalada en la comisaría de Ambo reportó 27 personas fallecidas, de las cuales tres están como NN. La última víctima en ser reconocida por sus hermanas es Julio Malpartida Villavicencio (56), cuyo cuerpo fue hallado varado a orillas del río en la zona de Rancho.

La angustia para la familia Malpartida Villavicencio no termina, porque aún siguen como desaparecidos los esposos Hermógenes Malpartida Ramírez (79), Justina Villavicencio Torres (80) y su hijo Jersón David, quienes al momento que cayó el alud estaban reunidos en la iglesia evangélica.

Entre tanto, continúa la búsqueda de cadáveres ante la atenta mirada de los familiares.
(Correo)

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