Más de 30 años como abogado, Ricardo Marcelino Robles y Coz, empezó como defensor de leyes, luego fue asesor de comisiones en el Congreso en la Cámara de Diputados; ejerció los cargos de fiscal provincial penal, fiscal superior, secretario de la Fiscalía de la Nación, fiscal decano, procurador anticorrupción y últimamente se desempeñaba como jefe de la Oficina Desconcentrada de Control Interno del Ministerio Público en Huánuco. El reconocido magistrado que se ganó el cariño de muchos por su amabilidad, también participó como candidato a la presidencia regional de Huánuco, por el Apra, en el 2006.
Una afección renal y problemas cardiacos hicieron que hace un mes fuera transferido al Hospital Edgardo Rebagliati Martins de donde el lunes a las 21:00 horas dejó de existir.
El presidente de la Junta de Fiscales Superiores, Manuel Cornejo, lo recuerda como un hombre serio en el trabajo, pero afable y bromista como amigo. "Quiero resaltar un aspecto que lo pinta de cuerpo entero, cuando estuvo sometido a la ratificación del Consejo Nacional de la Magistratura, ante el asedio de uno de los jurados con respecto a un error en uno de sus dictámenes, mortificado le dijo: solo Dios y los imbéciles no se equivocan", comentó Cornejo.
Cornejo, también recordó que Robles, participó en investigación de casos de terrorismo en los �80 y �90, corrupción en la PNP, el fraude del �Huanucazo�, entre otros.
(Correo)
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